Yoga para hombres

Si eres un hombre y lees este blog, es bastante probable que ya estés interesado en el yoga. Pienso que este artículo que te traigo puede servirte de inspiración para seguir profundizando en tu práctica.

Si eres una mujer, te traigo recursos para motivar a tu pareja, o a cualquier otro hombre de tu vida, a que haga yoga. ¿Verdad que tú y yo sabemos que le vendría genial?

Mi historia con el yoga

Durante 7 años mi ex novia me intentó convencer de que debía hacer yoga. Yo le decía que aquello era cosa de tías, y que yo era un hombre y por eso jugaba al fútbol o iba a correr.

Esa relación acabó. Y qué curioso, que durante los años siguientes casi cada mujer que conocía era profesora de yoga. Siempre he pensado que aquello no era casualidad, sino algo kármico, y que el universo me empujaba hacia el yoga. Y, además, lo hacía con mujeres bonitas: sabía que eso captaría mi atención.

Al final me decidí a probar. Primero empecé practicando en casa con vídeos porque me daba vergüenza ir a una clase.

Más tarde conocí a otra profesora, una chica guapísima y muy interesante que me invitó a su clase. Por supuesto fui, y ese día, cuando la vi sentada en esa postura tan rara con los ojos cerrados, entre esa música, las velas y el olor intenso del incienso, me di cuenta de lo que me había perdido durante tantos años: parecía que estaba en presencia de una diosa.

Ese día entendí que hacer yoga en una clase es algo totalmente diferente a lo que yo creía, y no porque la profesora me gustara.

Un tiempo después dejé mi trabajo y me fui a la India, donde cursé mi TTC para ser profesor de yoga. Desde entonces no he parado de practicar, de aprender y de compartir el yoga con otras personas, especialmente con hombres.

He dejado de comer carne, de beber alcohol, de fumar (no lo hago ni siquiera esporádicamente), de jugar a fútbol y hasta de eyacular, y mi vida ha cambiado de manera radical.

En este artículo te quiero presentar 8 razones por las que todos los hombres deberíamos hacer yoga.

1. Reduce el nivel de estrés

Si eres como la mayoría de hombres, es posible que vayas estresado todo el día. Piensas que el mundo te exige constantemente que lo hagas todo bien, y encima sin perder los nervios ni decir que no a nada.

El peor de los jueces eres tú mismo: nunca estás satisfecho y siempre crees que todo se puede hacer mejor y más rápido. Para ti el mundo es como una competición constante contra otros, o peor aún: contra ti mismo.

El yoga te ofrece la posibilidad de dedicarte un rato de calidad a ti: a tu cuerpo, a tu mente y a tu espíritu. La práctica de yoga ayuda a calmar tu mente y a reducir el estrés.

Después de mi primera clase de yoga, cuando estaba en la relajación final, en savasana, entré en un estado de relajación que no había experimentado desde hacía meses.

Práctica recomendada para relajarse: Yoga Nidra.

2. Emociones

Es evidente que, en general, los hombres tenemos mayores problemas que las mujeres para identificar nuestras emociones. Desde pequeño te han dicho que no puedes llorar «porque eres un hombre», que no puedes tener miedo «porque no eres una nenaza»… y otras frases que, seguro, has oído también.

Poco a poco, todo esto va calando en tu subconsciente. Al final te conviertes en el hombre de hielo y no te permites sentir ninguna emoción de las mal llamadas «negativas» (que no existen, pues en realidad cada emoción es una señal que tu cuerpo te da para informarte de algo).

No permitirte sentir estas emociones te puede causar varios problemas:

• – Si no sientes miedo, ira o asco tampoco puedes sentir alegría o felicidad. Vivirás una vida sin altibajos, pero también sin pasión.
• – Aunque no lo quieras, esas emociones van calando en tu cuerpo y te hacen la vida más difícil. Siempre sentirás una sensación de cargar con algo, o lo que es peor, explotarás de repente sin saber por qué.

– Práctica recomendada para trabajar emociones: Meditación de Osho.

3. Energía sexual

Quieras o no, si eres hombre tienes testosterona -si eres mujer también la tienes, pero en una proporción 10 veces menor-. Esta hormona se encarga de que no te falten ganas de, digamos, «pasar tiempo con una mujer».

Esto no tiene nada de negativo siempre y cuando esté bajo control. Sin embargo, muchos hombres son víctimas de su deseo sexual.

Esto puede convertirse en un gran problema. Sólo hace falta ver lo que facturan las industrias de la pornografía o la prostitución.

Los antiguos yogis, que ya se dieron cuenta de esto hace miles de años, descubrieron técnicas para solucionarlo. El yoga es buenísimo para refinar esta energía sexual que se vincula con el segundo chakra, Svadistana.

Por medio de la práctica de algunas ásanas, del pranayama o de la meditación puedes sublimar esa energía, es decir, refinarla. De esta manera se puede convertir en una energía creativa que se sitúa en el mismo chakra y se puede trasladar también hacia los chakras superiores.

Práctica recomendada para la sublimación de energía sexual: Uddhyana Bhanda.

4. Sanar tus lados masculino y femenino

El yoga dice que todos estamos formados por dos partes, una femenina y una masculina o ying y yang. En este post te explico las diferencias entre ambas energías.

El Hatha Yoga es una herramienta ideal para balancear tus lados femenino y masculino. Seas hombre o mujer, conectando esas dos partes y haciendo las paces entre ellas conseguirás rendir al 100% de tus posibilidades en cualquier aspecto de tu vida, incluidos aquellos que sientes que podrías desarrollar más.

La parte yang te otorga dirección, capacidad para tomar decisiones y la presencia de Shiva.

La parte ying te da las emociones y el disfrute de las cosas mundanas y del mundo manifestado, Shakti.

Práctica para balancear los dos lados: Trikonasana hacia la derecha y la izquierda.

5. Concentración

Vivimos en el mundo del sobreestímulo, de la distracción constante. Además, los hombres somos especialmente visuales, lo que hace que estemos todo el día mirando aquí y allá (y esto sin hablar del móvil, enemigo número 1 de la presencia).

Hay varios estudios que demuestran que el cerebro masculino trabaja mejor si permanece enfocado en una sola tarea. Por su parte, el cerebro femenino trabaja mejor si hace varias cosas al mismo tiempo.

Gracias al yoga puedes desarrollar la capacidad de concentración situada en Ajna chakra, el tercer ojo.

Trabajando tu concentración a través del yoga, te convertirás en una persona más productiva y eficiente.

Práctica para desarrollar la concentración: Trataka

6. Fuerza de voluntad

La fuerza de voluntad es un valor masculino. Sin embargo, hoy en día se echa bastante de menos tanto en hombres como en mujeres.

El yoga indica que este valor se encuentra en Manipura chakra, el tercero, situado en el ombligo.

El yoga no es un deporte de competición, pero sí puede potenciar la superación personal. No importa cuán flexible seas ni cómo construyas las posturas al principio. Lo importante en el yoga es la constancia para exigirte cada día un poquito más, para llegar un centímetro más lejos, siempre en los límites saludables de tu cuerpo.

Si eres constante, verás cambios realmente formidables.

Cuando empecé a hacer yoga, venía de jugar a fútbol en la 1ª división regional madrileña. Recuerdo nuestros estiramientos, especialmente ese en el que te echas hacia adelante para estirar la parte baja de la espalda y los músculos isquiotibiales. Creo que podía bajar hasta las rodillas; vamos, que era igual de flexible que un chicle de madera.

Ahora, cuando practico Padahastasana llego sin problemas con las palmas de las manos al suelo.

Práctica para mejorar tu fuerza de voluntad: Nabhyasana

7. Autoconocimiento

Otro valor masculino que, en realidad, tienen hombre y mujeres, es la voluntad de encontrar un propósito de vida, algo más grande que tú mismo que te ayude a trascender y a vivir una vida con sentido.

El primer paso para encontrar tu misión en la vida es el autoconocimiento. Si no sabes quién eres, nunca podrás averiguar qué has venido a hacer a este mundo.

Vivimos en un momento en el que muchos hombres renuncian a sus sueños y a sus verdaderas motivaciones por muchas razones. Esto hace que estén frustrados, y su entorno es el primero en verse afectado.

El yoga te da la posibilidad de mirarte hacia adentro, de ir pelando capas de la cebolla que has ido construyendo alrededor de tu verdadera esencia.

La meditación o Dhyana es el séptimo paso dentro de los 8 que Patanjali describió en sus sutras. Esta práctica es una de las formas más eficientes de conocerte a ti mismo.

En el silencio y la soledad es donde puedes conectar con tu propia esencia.

Práctica: Meditación.

Practiquen la meditación. Es algo fundamental. Una vez que se la disfruta, ya no se la puede abandonar, y los beneficios son inmediatos. Dalái Lama

8. Ser mejor persona

Mucha gente piensa que el yoga es sólo una práctica física. Sin embargo, como dice el título de este blog, el yoga es más.

El yoga es un camino integral y holístico que comienza por los Yamas, los aspectos de conducta personal que hay que evitar para ser una persona más consciente y avanzar en el camino espiritual.

• Ahimsa – No violencia, no hacer daño, respetar la vida de cualquier tipo, incluso animal.
• Asteya – No robar, no pretender ser o aparentar.
• Satya – No mentir, decir la verdad, mantener la pureza y la sabiduría.
• Brahmacharya – Contención, evitar el desgaste innecesario de la energía, incluyendo la sexual.
• Aparigraha – Desapego, no acaparar, no quedarse atrapado en las pasiones.

Llevo un par de años intentado que mi vida siga estas reglas básicas. Si bien no es un camino fácil, sigo avanzando cada día:

• – He dejado de comer carne y de matar animales, aunque sigo comiendo pescado de vez en cuando.
• – Intento no robar nunca, ni siquiera contenido en Internet.
• – Agoto todas las posibilidades de vivir sin mentiras, aunque cuando quieres dar una sorpresa a tu madre después de estar seis meses viviendo en Tailandia y vuelves sin avisar, se pone difícil si empieza a hacer preguntas los días anteriores a tu viaje…
• – Brahmacharya es, probablemente, la que más ha cambiado mi vida, y actualmente la sigo de manera muy estricta.
• – Creo que el desapego es la asignatura que más floja llevo, pero es un muy buen camino en el que seguir avanzando.

Intento no convertirme en un extremista. Sin embargo, el hecho de mejorar en estos aspectos (teniendo en cuenta que soy un humano y que me queda mucho por aprender) me está ayudando a ser consciente de cómo voy avanzando en este camino del yoga hacia la iluminación, o al menos hacia un nivel de consciencia mayor.