Seis modelos de zapatillas que todo hombre debería tener
Olvida los tiempos en los que las zapatillas de deporte dormían junto a tu cama esperando a la clase de gimnasia. Olvida aquello de llevar los zapatos brillantes como símbolo de estatus y elegancia.
Que sí, que los tiempos de no poder entrar a la discoteca con zapatillas quedaron muy, muy atrás. Hoy las sneakers son un símbolo de la nueva moda y un objeto imprescindible en tu fondo de armario particular. Con vaqueros, con chinos, con pantalones de vestir, con trajes.
Pero como hay tantos modelos y tantos estilos (es una locura la cantidad de zapatillas que se ponen a la venta cada mes) es necesario ordenar un poco las ideas. Aquí va una pequeña guía de los principales tipos de zapatillas que puedes encontrar y algunos trucos para llevarlas como toca.
La zapatilla minimal
© Cortesía de JD Sports
adidas Originals Continental 80, 100 € en JD Sports
Una zapatilla sencilla y de suela ligera y, sobre todo, plana. Es la evolución de estilo de la tradicional zapatilla de tenis y su fuerza está precisamente en su sencillez: va con prácticamente todo.
Las marcas deportivas son las que marcaron la línea a seguir, especialmente adidas, ya que sus Stan Smith fueron el ejemplo más claro de este tipo de zapatilla sencilla y accesible. Se relanzaron en 2014 después de varios años sin producirse y la comunidad fashion las acogió de lleno.
Ahora su lugar lo ocupa otra reedición, las adidas Originals Continental 80. Son buenas con vaqueros y chinos pero, aún mejor, con pantalones de vestir, un concepto que la diseñadora Phoebe Philo impulsó llevándolas habitualmente con pantalones sastre masculinos, algo que abrió la mente y las ideas de todos.
Por supuesto, hay cientos de versiones de la zapatilla minimal, preferiblemente en blanco para no perder versatilidad.
La zapatilla maximalista
© Cortesía de Balenciaga
Balenciaga Triple S, 725 euros
Justo lo contrario: cuanto más extrema, con más suela y con más volumen, mejor. Son el ejemplo perfecto del auge reciente del streetwear, que incluyen nuevas formas de llevar una zapatilla de deporte (casi todas nacieron con esa función) y también de coleccionismo, porque muchas de ellas son objetos de deseo que acaban en la vitrina de la habitación de un insider con ganas de gastar dinero.
Los modelos clásicos de los años 90 (Reebok Fury, Air Max 97) son los que se han recuperado con motivo de esta tendencia, aunque son las sneakers de diseñador las que están marcando la pauta.
Raf Simons y sus Ozweego casi fluorescentes o la triple suela -real- de Balenciaga son solo dos ejemplos del fenómeno.
¿Con qué se lleva? Su hábitat natural son el chándal y la bómber, pero los fashionistas las llevan con absolutamente todo.
La zapatilla de vestir
© Cortesía de Adidas
adidas Originals Gazelle All Black, 95 euros en JD Sports
¿Traje con zapatilla de deporte? Hace mucho que la asociación va mucho más allá de Emilio Aragón con esmoquin y Converse. Y sí, el traje y las sneakers conviven en armonía.
Una de las razones es la creación de modelos, normalmente de firmas de lujo, que se adaptan a estas nuevas necesidades del protocolo informal. Zapatillas minimalistas pero en tonos oscuros (negro, marrón, azul medianoche) y sin añadidos ni logos, prácticamente monocromas, a veces incluso con la suela del mismo color.
La suela en este caso es un poco más alta para dar más presencia aunque el detalle principal es el acabado: piel, textura y elementos lujosos para darle un toque nocturno y elegante a los trajes y los conjuntos formales para ir a la oficina.
La zapatilla de running
© Cortesía de Nike
Nike Air Zoom Winflo 5, 100 euros
Esto es, la zapatilla estrictamente deportiva. Aunque muchas del primer grupo y el segundo, técnicamente, son para hacer deporte, lo cierto es que la percepción de diseño para ir a correr o al gimnasio es diferente: modelos más técnicos, muy ligeros y planos, que en cambio tienen diseños y colores muy agresivos.
Por supuesto su principal valía es la funcional, ya que están hechas y pensadas para tener el pie en condiciones adecuadas… Pero también se ven por las calles como modelos de uso habitual, especialmente con vaqueros y ropa sport. Así que puedes eliminar calorías corriendo con ellas por el parque y recuperarlas después dejándotelas para ir a tomar algo con los amigos. La vida (y la moda) es así de contradictoria.
La zapatilla Slip-On
© Cortesía de Vans
O lo que aquí conocemos de manera genérica como unas Vans. Vans es solo una marca, pero su constante presencia en todas las tendencias la siguen convirtiendo en una referencia.
Bajo el nombre que sea, hablamos de zapatillas ligeras, sin cordones ni cierres, que se colocan directamente sobre el pie deslizando este.
Son icono del estilo skater pero, también, del lado más informal y relajado de la moda sport. Válidas para un fin de semana, para llevar sin calcetines, para bajar a dar una vuelta…
Por supuesto hoy casi todas las marcas importantes tienen su propio modelo de slip-on, que ya podemos considerar como el mocasín de las zapatillas de deporte.
Las zapatilla icono
Nike Air Jordan 1 Retro High OG “CHICAGO”
© Cortesía de Nike
Nike Air Jordan 1 Retro High OG “CHICAGO”, 907 euros en Fight Club
El fenómeno de las sneakers ha llegado a un punto en el que cada lanzamiento se convierte en un acontecimiento a seguir. Hay zapatillas que, incluso antes de ponerse a la venta, se convierten en objeto de deseo y mito.
Normalmente de edición limitada, cumplen con un objetivo clásico del mundo de la moda: tener algo que pocos pueden tener. Así, sneakers en colores especiales, firmadas por celebridades o nacidas de la colaboración entre dos grandes nombres del negocio acaparan la atención de la industria un par de veces o tres al mes. Eso sí, no intentes comprarlas porque se agotan al minuto.
Este fenómeno ha hecho que, por extensión, los logos regresen con fuerza porque la sneaker es hoy símbolo de estatus ¿Alguien pensó alguna vez que un nombre como Gucci o Chanel lucirían enormes en unas sneakers? Pues ahí están, combinando con todo, incluyendo looks poderosos de esas mismas marcas de lujo. El logo justifica la estética.
Deja un comentario