Reestructuración del sueño
Dormir bien se convierte muchas veces en una utopía. Conciliar el sueño nos hace más creativos, nos ayuda a concentrarnos, ser más ágiles y resistentes mentalmente y eleva nuestro deseo sexual. Pero cuántas veces llegamos a la cama y no podemos dormir. El estrés acumulado del trabajo, problemas personales o preocupaciones existenciales nos rondan por la cabeza y no dejan entrar al amado Morfeo.
Jason Ellis, director del centro de investigación del sueño de la Universidad de Northumbria en Reino Unido, ha aprovechado su experiencia para ayudar a resolver estos problemas. Revela una técnica especializada, llamada reestruración del sueño, que ayudará a terminar con el insomnio para siempre.
Cuando has sufrido este trastorno durante años, es muy común encontrarte en medio de la noche comiendo techo. También suele pasar cuando tenemos la oportunidad de ir temprado a la cama y nos quedamos horas dando vueltas sin poder entrar a ‘Origen‘, al sueño dentro de un sueño. Pero esto último es lo peor que haces, si no puedes dormir, sal de la cama rápidamente: estás acostumbrando a tu cuerpo a que al llegar allí, no desconecte. Llegamos con toda la ‘energía’ y ritmo frenético del día, pero el cuerpo necesita ir desconectando poco a poco. Quedarte mucho en la cama para coger el sueño lo convierte en más superficial, menos potente a la hora de disfrutar de un descanso mental y físico adecuado.
Muchas veces, cuando estamos tan cansados (y siempre que nos dejan), nos echamos la siesta o intentamos ir a dormir temprano. Hay que poner fin a ese patrón. Es necesario acortar la cantidad de tiempo que pasamos en la cama. Puede sonar contradictorio pero hay que confíar en el especialista. La idea es que al consolidar el sueño, podremos concentrarnos mejor. El objetivo es lograr el sueño perfecto, mejor calidad y más duración.
Consulta a tu médico de cabecera antes de embarcarte en la reprogramación del sueño. Si tiene alguna preocupación o enfermedad de salud, ten en cuenta que esta herramienta para dormir no es apropiada para personas con trastorno bipolar, psicosis o epilepsia, o si tienes antecedentes de convulsiones postraumáticas trastorno de estrés, migraña o lesiones en la cabeza.
Esta reestructuración implica ir a dormir más tarde, lo que provocará que los primeros días estemos más cansados para hacer nuestras actividades. No significa que tengamos que restringir el sueño, sino el tiempo que empleamos en él.
Lo que debemos hacer:
1) Calcula la cantidad de sueño que obtienes cada noche. Si tu promedio es menos de 300 minutos, la cosa va bastante mal.
2) Establecer una hora matutina firme e inalterable para despertarnos. Hay que incluir fines de semana y pensar en el largo plazo.
3) Elaborar un horario para acostarnos. Hazlo teniendo en cuenta tu hora de levantarte y pensando que nunca pueden ser menos de 5 horas.
4) Cumplir extrictamente con el nuevo horario. Tu mente debe acostumbrarse a que cuando apoyas la cabeza en la almohada, debe descansar.
5) Nada de siesta. Nada. Lo sé, “Typical spanish”, pero no hay nada más que explicar, nada es nada.
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