Dirigir con hombres para el éxito del líder
La gente no se va de las empresas, se va de los jefes”. Esta acotación de Tom Peters ha merecido el interés de los investigadores del comportamiento organizacional, ya que una de las cuatro variables de este vasto y complejo campo de estudios es, precisamente, la rotación del personal.
Como resultado de estas investigaciones se ha detectado que “el comportamiento directivo tiene un impacto del 70% en la rotación no deseada; de entre un 70-80% en el clima laboral; de un 90% en el aprendizaje en el trabajo….”.
Estas cifras -si bien pudieran ser susceptibles de variación en diferentes contextos, sectores, culturas, etc.- apuntan hacia la importancia que de forma creciente va tomando la adecuada selección y preparación de los directivos.
Paralelamente, aunque tal vez más lentamente que lo que resultaría necesario, se incrementa el número de directivos que toman conciencia de que:
- de todos, el recurso humano es el más importante que tienen en su organización.
- de los propios directivos depende en gran medida la permanencia, productividad y satisfacción laboral de dichas personas.
Una organización nunca podrá ser mejor que las personas que la componen.
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