Cuándo tengo que llevar corbata y cuándo no
Hay un enorme (pero interesante) abismo entre lo que ocurre en las pasarelas y los usos y costumbres del hombre de la calle. Quizá sea un tópico pero sigue pasando. Aunque a casi todo el mundo le vienen a la mente los excesos, la ropa rara, las transparencias y esas cosas imposibles -¿quién se pondrá eso? preguntamos al ver un desfile de esos bombásticos-, la realidad es que la desconexión pasa por otro punto, mucho más mundano. Hay que preguntárselo: ¿cuántas corbatas vemos en las principales colecciones de hombre? Es más ¿cuántos trajes tal y como los entendemos -el de oficina, el de boda, el estándar- aparecen tal cual en las pasarelas?
La respuesta es la que esperas. Pocas corbatas. Muy pocas. Explicaba hace poco el diseñador de Dior Homme, Kris Van Assche, que estamos un poco perdidos entre tantos códigos business. “Es cierto que el hombre de 30 o 40 años ya no usa traje y corbata, mucha gente habla de ello. Pero porque a lo mejor no le estamos dando lo que busca. Yo quiero concentrarme en eso”, comentó tras su último desfile. Así que quizá la moda vea la corbata como algo lejano y viejo (representa muchas cosas que ya no nos gustan), algo perdido en una realidad (el poder, la jerarquía, las normas inalterables) con la que no conectamos, pero no como algo imposible.
Precisamente por esa connotación demasiado clásica, las marcas que antes han recuperado la corbata como elemento de moda son las vanguardistas, las más arriesgadas. Y nos enseñan formas nuevas de llevarlas. Gosha Rubchinskiy propone un look de camisa, pantalón de vestir y corbata de hilo todo en tonos monocolor, muy pulido y sin estridencias pero nada encorsetado. Martine Rose, la gran renovadora de la corbata este otoño, crea un suerte de ‘ neo yuppy’ que viste traje, zapatillas y una corbata con alfiler y apenas una raya estampada. Y Vetements y Balenciaga defienden el uniforme de trabajador estándar que incluye, claro, corbata.
Así que resumamos. Podemos llevar al corbata…
– Para ir a la oficina, por supuesto. Atrévete con corbatas en tonos muy oscuros y con texturas.
– Para llevar con los ‘nuevos trajes’. Con detalles como las rayas finas y jugando con la ironía (un pasador, por ejemplo).
– Para looks formales. Con blazers y pantalones sastre, debajo de un jersey o incluso con camisas estampadas o de denim.
– Para looks informales. Solo camisa y corbata (como Ryan Gosling en La La Land), por ejemplo.
– Para looks de vanguardia. Puedes hacer un poco el loco, está de moda.
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